Diez años después comprendo porqué mi madre ignoraba esas palabras, que yo interpretaba en aquel entonces como un elogio. Hoy comprendo que estas palabras denotan lo ambiguo del amor, lo melancólico; ahora lo siento casi como una disculpa. Pero qué efímeras pueden llegar a ser las palabras, al igual que el amor. Un amor quizás evanescente, una disculpa que no puede ser aceptada completamente.
Qué curiosa es la ingenuidad de esa niña que hoy, finalmente, comprende estas palabras:
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
2 comentarios:
Hola Flor! Primero felicitaciones por ganar y segundo... ¡Qué hermoso post! A mi papá también le gustaba la poesía y creo que me pasó esa aficción ya que me llega de una manera impresionante.
La que me gusta mucho es "Táctica y Estrategia", como vos, la comprendí de grande y veo cuán profunda y cierta es.
Besotes!!!
Muchas gracias por la felicitación! Te entiendo, a mi me pasa igual.
El poema que mencionas es hermoso. Estuve releyendo poemas esta semana y es increíble la reinterpretación que una puede hacer tiempo después.
Gracias por pasarte!
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